Ilham Aliyev
es el actual Presidente de la República de Azerbaiyán, puesto que ocupa
desde
el 15 de octubre de 2003 cuando fue elegido, para este cargo, por el 76%
de los
electores, aunque no empezó a ejercer sus funciones hasta el 31 de ese
mes.
Este éxito
lo alcanzó a los 42 años pero tras este hecho se encuentran años de
esfuerzo y
de preparación. Nació el 24 de diciembre de 1961 en la ciudad de Bakú,
allí
estudió en la escuela primaria y luego en la secundaria. Al acabar este
periodo
de formación básica ingresóen la
Universidad Estatal de las relaciones internacionales de Moscú en 1977,
pero no
se limitó sólo a licenciarseya que durante
muchos años estuvo vinculado de diferentes modos a esta universidad,
primero
como estudiantes y después como profesor, tras realizar estudios de
postgrado
cuando se graduó. Así en1985 fue
propuesto como candidato a doctor en relaciones internacionales
históricas, de
tal modo que desde esta fecha hasta 1990 impartió clase en la misma
Universidad
en la que pocos años antes había sido alumno.
Estuvo tres años trabajando en la esfera de
negocios privados y en 1994 fue nombrado primer vicepresidente de la Compañía
Estatal de Petróleo de la Republica de Azerbaiyán (Socar). Al año siguiente fue
elegido miembro de "Milli Meylis” (Parlamento Nacional). Ilham Aliyev continua
ampliando su currículum, en el que un nombramiento sucede a otro con un nuevo
cargo. Así, desde 1997 es el Presidente del Comité Olímpico Nacional de su país
por su gran contribución al desarrollo del deporte y del movimiento olímpico.
Dos años después fue vicepresidente del partido en el poder, Nuevo Azerbaiyán
(YAP), y en 2001 llegó a ser el primer vicepresidente.
A partir de
este momento sus cargos políticos son cada vez más importantes de tal manera
que, desde 2001 a 2003, encabezó la delegación de Milli Meylis de la Republica
de Azerbaiyán en la Asamblea Parlamentaria del Consejo Europeo (APCE).
Después fue
vicepresidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo Europa, miembro del
Buró APCE y en abril de 2004 fue distinguido por formar parte en la actividad
de APCE y por su fidelidad a las ideas de Europa. Por este motivo, le concedieron
el diploma de miembro de honorario y una medalla de APCE. El 4 de agosto de
2003 tras la aprobación en Melli Meylis fue nombrado primer ministro de la
República de Azerbaiyán, el último cargo que ostentó antes de convertirse en el
presidente de su país.
Queda
demostrado, entonces, el largo y profesional camino que Ilham Aliyev ha seguido
hasta conseguir el favor del 76% de los electores, hecho que le permitió alzarse
con este cargo, que hoy mantiene, de jefe de Estado de Azerbaiyán. Otra de las cosas que le hace más que apto para su
labor política es su manejo a la hora de hablar varios idiomas. Además de la
lengua oficial del país, el azerí o azerbaiyano, también habla ruso, inglés,
francés y turco. Además, su compromiso público lo compagina con la vida
familiar ya que está casado y tiene tres hijos.
Ya como jefe
de estado manifestó sus prioridades, la cuales siguen vigentes hoy. Entre ellas
está la de mantener las tradiciones de país y seguir con las estrategias en las
que esta nación tiene experiencia, como el petróleo, la tecnología de la
información, la salud pública, los deportes, sin olvidar, el desarrollo interno
de las regiones. Estas líneas de actuación están planificadas con carácter de
largo plazo y su realización por el Presidente depende del potencial del país,
que determina la calidad del poder y su naturaleza ideológica.
Señor Ilham Aliyev, en octubre se van a
celebrar elecciones presidenciales en Azerbaiyán. ¿Cómo valoraría usted la
situación actual en Azerbaiyán? ¿Podría decirme cuáles son sus planes y
perspectivas para Azerbaiyán?
En primer
lugar, para planificar el desarrollo futuro del país, tenemos que valorar lo
que hemos hecho durante el periodo de nuestro gobierno desde el año 2003.
Durante estos cuatro años y pico, en el país se ha observado un gran
crecimiento económico.
El PIB de Azerbaiyán
ocupa uno de los primeros puestos a nivel mundial y en cuatro años ha aumentado
en 96%. Este hecho nos ha permitido acumular bastantes medios financieros y
desarrollar una política social. A partir de estos datos, tan significativos,
para mí es realmente el hecho de que durante estos cuatro años, el nivel de la
pobreza haya bajado del 49% al 16%. Este dato demuestra con claridad que todas
nuestras reformas encaminadas a la mejora de la situación social de nuestros
ciudadanos están funcionando.
Desde otro
punto de vista, teniendo en cuenta que Azerbaiyán es un país de extracción de
gas y petróleo, este hecho demuestra que las ganancias de la venta del petróleo
se reparten en partes iguales. Si no fuera así, el nivel de la pobreza no
bajaría, sino, al revés, aumentaría. Podemos constatar que prácticamente hemos
podido acabar con el paro. En cuatro años, hemos creado más de 650.000 puestos
de trabajo, de los cuales más de 450.000 son puestos fijos. Para este país que
tiene 8,5 millones de habitantes es un dato significativo.
Hemos
realizado también con éxito grandes proyectos de infraestructura. Estamos
aplicando nuestra estrategia petrolífera. Actualmente Azerbaiyán tiene la
posibilidad de exportar petróleo por tres oleoductos que pasan por tres países:
Rusia, Georgia y Turquía. También hemos construido un gaseoducto que suministra
nuestro gas, por primera vez en nuestra historia, a mercados internacionales.
Se puede
hablar mucho sobre las mejores en la esfera social, sobre las inversiones en la
salud pública y en la educación. En los últimos cuatro años, se han construido
1.200 escuelas equipadas con ordenadores. Estamos invirtiendo en la salud pública,
es lo que más preocupa a la población: infraestructuras, centrales eléctricas,
conducción del agua, gaseoductos, programas ecológicos. Actualmente, en Azerbaiyán,
todas las esferas y sectores económicos se desarrollan por medio de programas.
Con estos resultados
vamos a participar en las elecciones. Yo, siendo Presidente, tengo informes
sobre los logros del país y sobre las promesas cumplidas. A lo mejor, algunas
de ellas han sido irreales. En concreto, antes de las elecciones del 2003, yo
decía que crearíamos 600 mil puestos de trabajo. Muchas personas dudaban que
fuera posible realizarlo sólo en cinco años.
Prometió que
en cinco años no tendríamos campos de refugiados. Por aquel entonces allí
vivían decenas de miles de personas. Hoy, se ha creado el último de los 12
campos de refugiados. Todos los refugiados y los desplazados están alojados en
casas recién construidas.
Es lo que
hemos hecho durante este periodo. Ahora estamos pensando sobre el futuro: cómo
será el país en cinco años. Nuestro objetivo no es sólo subir el nivel de vida
y desarrollar la economía, sino lograr un fuerte desarrollo del país. Para eso,
ya hemos creado premisas. En primer lugar, tenemos un potencial intelectual, y,
en segundo lugar, suficientes recursos económicos. Ya hemos resuelto
completamente el problema de los recursos energéticos y ya estamos
asegurándolos en otros países. Estamos esperando recibir miles de millones de
dólares por la realización de proyectos energéticos, no en los próximos veinte
años, sino en los próximos diez años. Estos recursos nos permitirán realizar
las reformas políticas y económicas, fortalecer la situación política del país
y mirar hacia futuro.
Vemos el
futuro de Azerbaiyán como un estado desarrollado, democrático, moderno, donde
reinan paz y justicia social. Así quiero ver Azerbaiyán. Para lograrlo tenemos
todo lo necesario – voluntad del pueblo, estabilidad, unidad entre la sociedad
y el poder. Ningún programa nuestro podría ser realizado sin apoyo de la
población. Así que tenemos medios financieros, estabilidad en el país, así como
buenas relaciones con los países vecinos de Azerbaiyán, lo que tiene una
importancia particular.
Por todas
estas razones estoy mirando con optimismo el futuro del país y estoy seguro de
que será brillante.